Primera y última??

Después de hablar con él yo solo llevaba una cosa en mente: Nos ivamos a besar.
Al entrar a su casa lo vi sonriente, en la puerta esperandome, acababa de lavarse las manos y las tenía heladas, me dio un ligero beso en la mejilla y me llevó hasta su habitación.
Tenía calor asique me quité la chaqueta mientras le preguntaba como se llamaba la chica de aquel poster que estaba tan buena.
Cuando me propuse empezar una conversación se puso delante, me cogió de la cintura y empezó a besarme. Su boca era pequeña pero sus besos tenían mucha fuerza, al contrario que los mios...
Le dio un arrebato, me cogió y me subió al escritorio. Una vez allí, sus manos fueron directas a mis pechos, hizo una lijera caricia y continuo besándome. Me quitó la camiseta y seguidamente el sujetador. Yo no sabía como responder, no me esperaba lo que estaba pasando, asique me limité a dejarme llevar, simplemente seguí besándole.
Al poco empezó a darme pequeños y rápidos besos por el cuello, fue bajando hasta encontrarse de nuevo con mis pechos y empezó a lamerlos...
De repente paró, me miró y seguidamente me quitó los pantalones, dejandome completamente desnuda.
Cogió mis piernas y las separó, las puso encima del escritorio y empezó a frotarme con su mano hasta que pocos segundos después me introdujo sus dedos y empezó a mover su mano freneticamente.
Al principio sentí como el dolor se apoderaba de mí, pero poco después se reemplazó por algo más relajante.
De vez en cuando me llegaba algun que otro beso, pero él estaba practicamente concentrado en conseguir que yo llegará la orgasmo.
Supongo que por variar o descansar la mano decidió continuar con la boca, moviendo rápidamente su lengua tanto fuera como dentro de mi.
Al rato volvió a usar su mano, esta vez haciendo cambios de ritmo. Aquella sensación era tan extraña, pasaron miles de cosas por mi cabeza en eses momento...No se lo que sentía, mi respieración estaba muy agitada...tube que decrile qe parara por no ponerme a gritar.
Bajé del escritorio y él me abrazó. Al igual que él, note como me temblaba todo y como me flaqueaban las piernas en aquel momento. Sonreímos y me dijo que podía hacerle lo que yo quisiera.
Aunque no era de mucho agrado para mi, acepté, le bajé los pantalones, ahora le tocaba a él...